José Luis Martínez

Los flujos de capital como impulsor de crecimiento
Si la eliminación de las barreras al comercio mundial fue el inicio de la globalización, la liberalización de los movimientos de capitales ha sido un factor determinante para impulsar el crecimiento y, también, contribuir a reducir las diferencias entre los países.

La importancia de ahorrar
La Covid ha obligado a las familias españolas a reducir su consumo y aplazar decisiones de inversión. El Banco de España estima este ahorro que algunos denominan como 'forzoso' en más de 30.000 millones de euros. Un volumen de fondos embalsados que pueden garantizar una rápida recuperación del gasto una vez que la situación sanitaria mejore y permita con ello los desplazamientos. O quizás no del todo si la crisis sanitaria ha modificado la cultura del ahorro de los hogares.

Llegar a todos
La tendencia a la digitalización se ha acelerado durante la crisis sanitaria confirmando un proceso que ya no tiene vuelta atrás y necesita importantes recursos que han de rentabilizarse. La primera piedra de un buen servicio es un precio adecuado que garantice las inversiones necesarias para su supervivencia y su mejora a lo largo del tiempo.

Mercados: desconcierto y vuelta a la normalidad
Nos encontramos ante la posibilidad, cada vez más real, de que las vacunas del Coronavirus nos lleven a un escenario de recuperación económica donde la política monetaria deba ceder el testigo del protagonismo a la política fiscal y a las medidas de oferta. A esto se suma que la excepcionalidad de las medidas tomadas por el Banco Central Europeo no está exenta de riesgos para la estabilidad financiera.

Fortaleza en tiempos de crisis
Una crisis sanitaria y económica mundial como la actual requiere una respuesta coordinada a escala internacional, tal y como está ocurriendo. En Europa, sin embargo, exige algo más: profundizar en la integración fiscal y monetaria.

Luchar contra la incertidumbre sin generarla
Luchar contra la incertidumbre es la misión de todo el planeta: una carrera contra reloj para inmunizar a la población contra el virus y para tomar decisiones rápidas y contundentes que permitan aminorar sus efectos económicos y sociales mientras se establecen las bases de la reconstrucción económica.

Una crisis y una recuperación globales
La cooperación internacional está siendo clave para vencer al virus y también lo será para para impulsar el crecimiento. En Europa contamos con los fondos europeos, cuyo uso eficiente será fundamental para lograr que la recuperación económica esté basada en un modelo de crecimiento más sostenible y digital.
La concesión de crédito de los bancos en la pandemia. Nuestro portavoz, José Luis Martínez.
Tanto los bancos como las empresas y familias son prudentes respecto al crédito en la actual situación de incertidumbre generada por la crisis sanitaria. “Los tres principios sobre los que descansa la financiación bancaria son prudencia, responsabilidad y criterios objetivos, todo ello para proteger al cliente”. Así lo asegura nuestro portavoz, José Luis Martínez, en esta entrevista a Castilla y León TV.

Cumplir con su cometido
La adecuada gestión del riesgo y la anticipación del reconocimiento de la morosidad son claves para que los bancos puedan seguir proporcionando financiación en un momento clave como el actual, marcado por el desafío de la reconstrucción de la economía tras la pandemia.

Aprendamos del pasado
La historia nos ha dejado claro que las crisis tienen efectos a medio y largo plazo en la economía, con terribles impactos en el desempleo y en la oferta que solo se pueden corregir de forma eficaz con reformas estructurales. Todo apunta a que los fondos europeos nos ayudarán a impulsar el crecimiento a corto plazo y a lograr una recuperación sólida, siempre que se canalicen a través de una estrategia bien diseñada, centrada en la digitalización y la sostenibilidad.

Poner el dinero a trabajar
Las medidas de política monetaria no convencionales expansivas de los principales bancos centrales del mundo han reducido la percepción de riesgo de los mercados al amortiguar las tensiones que de otra forma hubieran surgido por la pandemia y evitar que se materializaran en los mercados y retroalimentaran la crisis económica. Aunque sea imposible hablar con certeza de la recuperación futura si no superamos el virus, eso no implica que la estrategia a seguir por los gestores de política económica deba ser la de ‘esperar y ver’.
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