José Luis Martínez

Competitividad y financiación en Europa
La competitividad se ha convertido en la palabra clave para abordar el futuro de Europa. No es algo nuevo. Para algunos economistas la competitividad siempre fue un mecanismo de ajuste de los precios en la Unión Monetaria, para hacerla viable a lo largo del tiempo. Ahora sin embargo se habla de competitividad, no como mecanismo de ajuste del sistema, sino como el objetivo a perseguir en el diseño de su futuro económico.

Los datos mandan
Los datos a futuro de la inflación van a condicionar las decisiones del BCE en los próximos meses. Pero tanto las empresas como las familias en España parten de una mejor posición, al contar con opciones más accesibles para financiarse, a mejores precios y en mejores condiciones, que nuestros vecinos europeos.

Innovar es progresar
La innovación digital en la operativa bancaria simplifica las gestiones y ofrece nuevas ventajas a los usuarios. Por eso es tan valorada y más del 88 % de los clientes de los bancos utiliza canales digitales al menos una vez a la semana, según una encuesta de Sigma 2.

El valor de los bancos para la competitividad y el crecimiento
Aportar certidumbre al sector bancario es la mejor forma de potenciar su contribución al conjunto de la economía, más todavía en un entorno tan complejo como el actual. Establecer nuevos obstáculos, generar mayores trabas o crear impuestos específicos y adicionales, como está ocurriendo en España, genera una inseguridad que va más allá del sector afectado, especialmente cuando se alejan de la norma y la normalidad internacional, en unas circunstancias en las que atraer inversión es clave para seguir creando riqueza.

Los bancos como garantía de la estabilidad financiera
Para el BCE los principales riesgos para la estabilidad financiera se centran hoy en las valoraciones de algunos mercados y la elevada deuda pública, en un contexto de tensiones geopolíticas e incertidumbre económica. Pero la estabilidad cuenta con el refuerzo de unos bancos sólidos, rentables y con capacidad para financiar las necesidades de la economía europea.

Un sector que siempre responde
Si hay algo que caracteriza a los bancos es su capacidad de innovación y adaptación, siempre al servicio del cliente. Pero bajo la prioridad de su compromiso social. Esto incluye también la voluntad de contribuir a superar momentos de adversidad. Poner todos sus recursos, humanos y financieros, para acompañar a los clientes en este tipo de situaciones tan difíciles. Como fue durante el Covid, ante las consecuencias del Volcán de la Palma y como están también haciendo en estos momentos con los damnificados de la Dana.

Compromiso colectivo
Poner freno a la ciberdelincuencia ha pasado de ser una necesidad a una obligación, para instituciones y gobiernos, para empresas y también para los ciudadanos. Porque si esta amenaza nos afecta a todos, la respuesta debe ser debe ser también compartida por todos.

Saber más, ahorrar mejor
La formación financiera se ha convertido en una habilidad esencial para navegar en el complejo mundo económico actual. Desde la comprensión de conceptos básicos como los gastos o los ingresos, hasta la capacidad para planificar inversiones o gestionar deudas, el hecho de adquirir conocimientos financieros permite a las personas tomar decisiones informadas, y contribuye a evitar la indeseable inestabilidad económica, además de caer en una, todavía más indeseable, estafa.

Unión Bancaria
Una de las recomendaciones del Informe Draghi es la necesidad de movilizar ingentes cantidades de recursos en sectores estratégicos. En concreto, entre 750.000 y 800.000 millones de euros al año en nuevas inversiones, con el objetivo de impulsar el crecimiento y la competitividad de la economía europea. Esto solo será posible con el apoyo de la banca, como actor esencial en el acceso a la financiación.

Tipos de interés más bajos
El descenso del euríbor es una buena noticia. Por un lado, familias y empresas ya están percibiendo un descenso en sus tipos de interés de financiación. Unos tipos de interés más bajos pueden favorecer y dinamizar la actividad económica, incrementando la demanda de financiación. También se refuerza el buen comportamiento de la morosidad, ya que el último dato de junio mostraba un retroceso hasta el 3,43 %, en los mínimos de la historia reciente.
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