En España es preciso mantener una agenda reformadora orientada a reforzar el potencial del crecimiento.

Podemos tener un fundado y moderado optimismo sobre el proceso de recuperación de la economía española que estamos experimentando. Poco a poco, esa mejora ha comenzado a transmitirse a la creación de empleo. Cada vez más esa recuperación se irá extendiendo a otras capas de la sociedad

Aún se expresa más como un alto cargo del Banco de España (donde fue director de Regulación de 2003 a 2013) que como el representante de los bancos. 

Aunque la estabilidad financiera como concepto de política pública precede a la crisis financiera, es tras la misma cuando se producen los mayores esfuerzos, nacionales y supranacionales, para hacerla operativa. Así, se crean o reforman organismos como el FSB, el ESRB, el FSOC, etc. 

Que el proceso de Unión Bancaria representa, para los bancos de la AEB, el cambio de entorno operativo más relevante desde la creación del euro no deja de suponer una obviedad. Y no tanto por el proceso de “Comprehensive Assesment”, realizado de manera previa al inicio de la supervisión del BCE, como por los cambios estructurales que se pondrán en marcha a partir de Noviembre, cuando el nuevo mecanismo de supervisión europeo esté ya en vigor.

A mediados del pasado ejercicio, la economía española empezó a superar la profunda recaída en recesión que se habrá prolongado durante más de dos años. Nadie duda de este hecho. Ahora, los principales interrogantes se centran sobre la consistencia de dicha recuperación y las políticas más adecuadas para reforzar su intensidad y sostenibilidad.

El ejercicio 2013 que acaba de cerrarse ha sido difícil en el ámbito económico y financiero, pero, a medida que transcurrían los meses, se fue configurando como un año puente hacia la recuperación que, previsiblemente, aunque lentamente, vendrá en 2014.

En la Unión Monetaria, 2013 ha comenzado en un marco muy distinto del que prevalecía un año atrás al haberse dotado de nuevos instrumentos y mecanismos, tanto en el ámbito financiero como en el de la gobernanza.

Nunca en la historia se ha salido de una recesión mediante aumentos de fondos programados por la banca, como acto voluntarista. La economía depende de la confianza de la sociedad respecto a su propia evolución.

Se inicia una mejoría que, si se consolida, puede llevar al PIB a crecer el 1% en 2014. Pero la situación española depende de la solución de la crisis de la eurozona.