Los resultados de los bancos españoles en el año 2018 reflejan el mantenimiento de los márgenes más recurrentes de la cuenta, la contención de los gastos y las menores necesidades de provisiones y saneamientos. En un complicado entorno de bajos tipos de interés, el beneficio atribuido creció un 23% en relación con el año anterior, aumentaron la solvencia y la rentabilidad y disminuyó la morosidad.
El crédito a la clientela creció un 2,6% y superó la cifra de 1,5 billones de euros al cierre del ejercicio 2018, hasta representar el 60% del balance consolidado y recuperar el peso que registraba en el total de activo cinco años atrás. Así lo explicó el presidente de la AEB, José María Roldán, en la presentación de los resultados anuales.
José María Roldán, presidente de la Asociación Española de Banca
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