Resultados y rentabilidad

Estamos de nuevo en época de publicación de resultados. Es siempre un momento importante para la toma de decisiones por parte de las empresas y también para los inversores, ya que pueden evaluar su potencial y su capacidad de generar futuros beneficios. Unos y otros vienen a determinar así la viabilidad de las compañías: una empresa que no es rentable no podrá seguir operando a medio y largo plazo.

La rentabilidad es imprescindible para mantener un proyecto empresarial, para seguir innovando y mejorando con ello sus productos y servicios. Además, la rentabilidad debe ser coherente con el coste del capital que invierte para desarrollar su negocio, y viene determinada necesariamente por la competencia, y los factores que la condicionan, como la creciente transformación digital.

A todos nos interesa tener empresas rentables y saludables, que creen empleo, impulsen la innovación y aporten al sostenimiento del bienestar con el pago de impuestos. Los bancos no son una excepción, sino una referencia. La mejora de los resultados y de su rentabilidad es un beneficio para todos. Un sector financiero sólido es fundamental para impulsar el crecimiento y la competitividad de la economía, además de acompañar a las empresas y a las familias a superar con éxito los retos a los que se enfrentan. Y también para que ese compromiso social gane cada vez más peso y valor en el sector bancario.

La rentabilidad de los bancos españoles les permite abordar con tranquilidad los riesgos y vulnerabilidades del actual escenario geopolítico internacional. En particular en un sector, como es el bancario, con una clara proyección internacional, y que genera sus resultados en diferentes continentes donde con el pago de impuestos contribuyen a mantener el bienestar en distintos países. Tratando de convertir siempre esos resultados corporativos en progreso colectivo.

José Luis Martínez Campuzano, portavoz de la Asociación Española de Banca

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