El uso de los pagos digitales se ha duplicado en las economías en desarrollo en los últimos diez años de acuerdo con un reciente estudio del Banco Internacional de Pagos (BIS). Casi el 60 % de la población de estos países lo utilizan en su día a día, lo que no solo da una idea del avance de la digitalización, sino que aporta importantes ventajas económicas.
Según el BIS un aumento de 1 punto en el uso de pagos digitales impulsa el PIB per cápita en 0.1 puntos durante dos años, mejorando el acceso a la financiación y al resto de los servicios financieros, lo que incrementa la inclusión financiera y contribuye al dinamismo económico.
Estas cifras van de la mano con la digitalización de la economía, un fenómeno a nivel global que ha cambiado la forma de comunicarnos y de acceder a todo tipo de servicios privados y públicos, que también se refleja en una mayor demanda de pagos digitales. Y especialmente de las transferencias inmediatas.
Porque son un claro ejemplo de la accesibilidad y agilidad que nos aporta la digitalización. Que hace posible que el dinero esté en la cuenta del beneficiado en pocos segundos, a cualquier hora del día o de la noche y todos los días del año. Eso es lo que significa “Te hago un Bizum”.
La expresión, cada vez más habitual, ha convertido a España en líder de la adopción de las transferencias inmediatas a nivel europeo. El 53 % de todas las transferencias son inmediatas frente al 15 % de la Unión, y el 95 % de estas operaciones se realizan a través de Bizum.
Esto no es fruto de la casualidad. Bizum es el resultado del esfuerzo de colaboración de los bancos españoles, generalizando su uso en los pagos entre particulares y también las empresas de forma fácil, rápida y segura. El mismo objetivo que persiguen las autoridades a nivel europeo. Y que puede alcanzarse con mayor determinación extendiendo los casos de éxito. Por eso, el acuerdo para la interoperabilidad entre Bizum, BANCOMAT (Italia) y SIBS (Portugal) es una gran noticia hoy y puede aportar grandes avances en el futuro.
José Luis Martínez Campuzano, portavoz de la Asociación Española de Banca