Hoy observamos que el Euribor casi se ha reducido a la mitad desde sus niveles máximos en octubre de 2023, de la mano del descenso de los tipos de interés oficiales. Las previsiones del mercado son que los tipos de interés oficiales sigan bajando.
Las tensiones comerciales a nivel internacional hacen difícil una mayor certeza sobre el comportamiento de la inflación en el futuro próximo. Y esto se ha traducido en una relativa estabilidad del Euribor, con la peculiaridad de que se encuentra en los niveles más bajos desde octubre de 2022.
Estamos ante condiciones de financiación muy favorables, pero que tienen un reflejo diferente entre los diferentes países de la eurozona.
Según la última encuesta del BCE sobre préstamos de los bancos para empresas, en el conjunto de la Zona Euro se ha observado un endurecimiento significativo en los criterios de concesión de créditos, por la incertidumbre en Francia y Alemania. Es cierto que las condiciones se han mantenido estables, mejorando por los tipos de interés bajos, pero en un contexto de demanda de financiación débil y con atonía de la inversión productiva.
En España la situación es bien diferente, con criterios de financiación también estables, pero condiciones de préstamo que mejoran por los tipos de interés bajos, de los más bajos en el área, y una demanda al alza. Y aquí se incluye un repunte en las necesidades de inversión en capital y un menor recurso a la financiación interna por las empresas.
Los datos a futuro de la inflación van a condicionar las decisiones del BCE en los próximos meses. Pero tanto las empresas como las familias en España parten de una mejor posición, al contar con opciones más accesibles para financiarse, a mejores precios y en mejores condiciones, que nuestros vecinos europeos.
José Luis Martínez Campuzano, portavoz de la Asociación Española de Banca