![City,And,Hands,Using,Tablet,With,Sun,Light](["https://s1.aebanca.es/wp-content/uploads/2021/10/con-tablet-luz-suave-volteada.jpg", "https://s1.aebanca.es/wp-content/uploads/2021/10/con-tablet-luz-suave-volteada-569x319.jpg"])
La innovación transforma la sociedad y la economía. Es la respuesta a los grandes desafíos de la humanidad, por su capacidad de hacernos avanzar y de mejorar nuestra calidad de vida. Aunque requiere un esfuerzo inicial de adaptación, se trata un coste pequeño si lo comparamos con las ventajas que nos puede brindar en nuestro día a día.
El avance de la ciencia y de la tecnología nos está ayudando a superar la mayor crisis sanitaria de nuestra historia reciente al tiempo que nos prepara para un futuro mejor, quizás uno en que utilicemos nuevas formas de generar energía de forma limpia y sostenible.
En las empresas, la innovación no solo mejora la gestión, la eficiencia y productividad, con productos y servicios de mayor calidad y a precios más económicos ajustados a las necesidades de un cliente cada vez más exigente; es imprescindible para la supervivencia de las compañías en un mundo global donde la competencia transciende las fronteras.
En la sociedad, la innovación es fundamental para alcanzar una mayor prosperidad, tanto social como económica, y su claro reflejo es la digitalización, que ha cobrado más protagonismo en nuestras vidas con la pandemia. Garantizó nuestra comunicación y evitó la parálisis laboral en los peores momentos del confinamiento, y nos está ayudando a vencer el virus a través de una respuesta científica coordinada a escala mundial.
Todos hemos podido acceder a servicios públicos y privados cuando la situación sanitaria imponía restricciones en la atención presencial. Los bancos han garantizado la provisión de servicios financieros a los clientes a través de sus múltiples canales de comunicación gracias a su firme apuesta por la digitalización al servicio del cliente que así lo demanda, cuyos beneficios son patentes en sectores tan diversos como el comercio, las finanzas, los medios de comunicación y los transportes.
Avanzar requiere un esfuerzo para todos, no solo para las empresas, que han de invertir en su transformación digital para poder competir en un mundo cada vez más conectado y transparente. También para los ciudadanos, que afrontan su proceso de adaptación personal para poder acceder por ejemplo a buena parte de los servicios públicos. La capacitación digital de la sociedad es un desafío común que requiere el impulso y el apoyo inequívoco de las autoridades, responsables de garantizar que nadie quede excluido de los servicios públicos.
Todos estos ajustes y reformas requieren financiación. Los bancos españoles, como siempre, están preparados para proporcionarla, y ponen todos sus recursos financieros y humanos al servicio de sus clientes con el fin de contribuir a la prosperidad de toda la sociedad. La financiación bancaria y la canalización de los fondos europeos Next Generation EU son una gran oportunidad para financiar el desafío de la transformación digital y afrontar con éxito este y otros inmensos retos, como la preservación del medio ambiente.
El mundo está cambiando y todos debemos prepararnos para sacar lo mejor de las grandes transformaciones que nos está tocando vivir. La concienciación de la sociedad sobre la necesidad de luchar contra el cambio climático y de mejorar su capacitación digital son claves para encarar el futuro lo más preparados que sea posible. Las empresas deben ser también conscientes de que tendrán que competir en un mundo más digital y conectado, en constante evolución. Porque necesitamos un sector empresarial productivo y resiliente que se traduzca en más y mejor empleo. Y una Administración Pública que facilite e impulse todos estos cambios de forma efectiva y eficiente, situándonos en la mejor posición para seguir aumentando el bienestar de nuestra sociedad.
José Luis Martínez Campuzano, portavoz de la Asociación Española de Banca