Solo el 18% de los ciudadanos europeos tiene un alto nivel de conocimientos financieros, el 64% un nivel medio y el 18% restante, un nivel bajo. Esta es la principal conclusión del Eurobarómetro publicado por la Comisión Europea a finales del año pasado. Además, hay importantes diferencias en estas cifras entre los diferentes países. Solo cuatro países atesoran el 25% de los ciudadanos con alta puntuación, y España no está entre ellos.
El Consejo Europeo analizó los resultados del Eurobarómetro en su reunión de mayo y llegó a la conclusión de que se deben tomar nuevas medidas con carácter urgente para promover los conocimientos financieros en la sociedad. En su diagnóstico sostiene que la alfabetización financiera es importante para mejorar el bienestar de los ciudadanos y reforzar su inclusión financiera, de forma que estén mejor preparados para el futuro y tomen decisiones de inversión considerando todas las posibilidades existentes, como las derivadas de los mercados de capitales, lo que al final también contribuye a la estabilidad financiera.
¿Cómo lograrlo? Para el Consejo es clave que la educación financiera comience a una edad temprana y continue para que se convierta en una competencia fundamental a lo largo de toda la vida. En definitiva, apuesta de forma clara por que los países incorporen la educación financiera como asignatura independiente en los programas escolares.
La educación en general, y la financiera en particular, es siempre una buena compañera de viaje. Tener conocimientos financieros nos proporciona tranquilidad en la administración de bienes y nos prepara ante potenciales imprevistos que puedan surgir en nuestro camino. En todas las etapas de la vida es necesario gestionar los recursos que disponemos, ser conscientes de que son limitados y de que es imprescindible ser realista para evitar cometer errores de cálculo y de apreciación.
Desde el sector bancario lo hemos tenido siempre claro, lo que nos llevó hace diez años a impulsar el proyecto ‘Tus finanzas, tu futuro’ con voluntarios de los bancos de la AEB que van a los colegios e institutos para impartir conocimientos financieros a estudiantes de secundaria. Las cifras obtenidas en este periodo son impresionantes: 70.000 estudiantes de toda España se han beneficiado del programa que han impartido 5.000 voluntarios.
Con la colaboración de la reconocida Fundación Junior Achievement, en el programa se tratan temas básicos de finanzas, de ciberseguridad y de consumo responsable. Las valoraciones de los estudiantes, centros y voluntarios han sido muy positivas.
El 83% de los estudiantes afirma que tras el curso son más conscientes de la importancia de ahorrar y el 95% pide que se repita. Los centros también constatan que se aprecian mejoras en el rendimiento académico y también beneficios no cognitivos como una mayor disposición al trabajo duro, la postergación recompensas y el capital cívico. En el caso de los voluntarios, el 100% quiere repetir en un programa que ya se ha convertido en un referente de la formación financiera en las aulas.
La jornada organizada en Cunef Universidad para celebrar los 10 años del programa contó con la presencia del ministro de economía, Carlos Cuerpo, la presidenta de la AEB, Alejandra Kindelan, los responsables del plan nacional Finanzas para todos, la directora general de Junior Achievement España y directores, orientadores y profesores de los centros educativos colaboradores. Para María Dolores López Fernandez, profesora de educación secundaria que participó en una de las mesas, “la educación financiera debe convertirse en una asignatura obligatoria porque es esencial para el futuro de los jóvenes, sea cual sea la profesión o el oficio que elijan”.
Tomamos decisiones libremente y somos responsables de sus consecuencias, por lo que tener la mejor formación posible desde el principio contribuye a la adecuada gestión de nuestras finanzas personales, a manejar mejor nuestro dinero, algo necesario en todas las etapas de la vida. Es importante que desde pequeños tengamos conciencia de lo que cuestan las cosas, que aprendamos a diferenciar entre deseos y necesidades y nos habituemos a pensar en ahorrar para el futuro. Son nociones básicas de educación financiera que deben transmitirse en casa con naturalidad y aprenderse en el colegio.
José Luis Martínez Campuzano, portavoz de la Asociación Española de Banca