Un año después la guerra en Ucrania sigue condicionando el contexto en el que vivimos como lo hizo la pandemia estos tres años atrás. La subida de la inflación es otro factor que genera dudas a la hora de tratar de anticipar el futuro. Ante tanta incertidumbre es importante buscar certezas. Y una de ellas es que el futuro que queremos pasa por ser digital y sostenible.
El plan Next Generation EU (NGEU) supone una clara oportunidad para impulsar el crecimiento de la economía y facilitar su modernización, por su tamaño y por su enfoque estructural. A través de sus dos vías, la inyección de capital y la financiación, el plan es una oportunidad para conseguir un crecimiento sólido y sostenible en el tiempo que acelere la convergencia económica dentro una zona euro dañada tanto por la crisis sanitaria como por razones estructurales. Los fondos están condicionados a propuestas concretas de inversión y reformas en el periodo 2021-2026.
Se estima que NGEU aumentará el PIB en más de 1,15 puntos anual y en un horizonte de 5 años. Y la realidad podría superar estas estimaciones si consideramos el efecto positivo de las reformas y se logra alentar la confianza de los agentes económicos. En este punto, la colaboración público-privada es fundamental para lograr una mayor eficiencia y efectividad de los fondos, y los bancos, sin duda, son una pieza clave en España.
La transformación digital y la transición ecológica son los dos pilares sobre los que descansan los fondos europeos. En concreto un 20 % de los fondos europeos debe destinarse a la digitalización con varios enfoques: administraciones públicas, empresas, capacitación digital de la sociedad y mejora de la conectividad, lo que refleja la importancia de la transformación digital que vivimos y hasta qué punto va a configurar nuestro futuro.
Según apunta el FMI la digitalización es clave en el proceso de inclusión social y económica. Todos los cambios económicos y sociales que estamos observando tienen como eje central la digitalización. Se trata de un cambio estructural que nos beneficia a todos.
Desde el principio los bancos han mostrado su disposición a colaborar con las autoridades para lograr una distribución eficiente de los fondos europeos para impulsar la economía y las reformas que permitan una modernización del país, poniendo en valor su experiencia en la gestión de riesgos y su capilaridad entre las pymes.
Teniendo en cuenta lo anterior, el sector estudiará cuidadosamente las propuestas que elabore el gobierno y se les remitan en la canalización de préstamos. En concreto en la línea ICO verde y el refuerzo de la línea pymes.
El uso eficiente de los fondos NGEU es clave para recuperar algo de certidumbre sobre el futuro en un contexto tan complejo como el actual. Todos tenemos que colaborar para hacerlo posible, con la cooperación público-privada como eje de actuación, esencial para no malgastar unos recursos imprescindibles para España que también requieren una buena gestión y una inversión certera en iniciativas que impulsen la necesaria transformación social, energética y tecnológica.
Los bancos estarán presentes más allá de la línea de financiación europea, ofreciendo sus productos financieros y su capacidad para complementar el resto de ayudas en forma de anticipos, factoring, préstamos o acompañando en algunos casos para facilitar el acompañamiento técnico entre otros.
José Luis Martínez Campuzano, Portavoz de la Asociación Española de Banca