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Robo advisor, inteligencia artificial para el asesoramiento financiero

inversiones financieras

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El modelo robo-advisor es ideal para clientes con necesidades simples, o para cuentas pequeñas que se inician en la inversión. Entre este tipo de clientes se encuentran los no tradicionales, especialmente los más jóvenes con poca capacidad de inversión.

Un robo advisor es un servicio de inteligencia artificial que tiene como función prestar asesoramiento financiero a los clientes. Su principal característica es que el asesoramiento se realiza mediante el uso de algoritmos y el usuario puede tenerlo a su disposición sin necesidad de acudir presencialmente a una oficina o sucursal física. La ventaja de estos robots reside en la disminución de costes y la flexibilidad en las posibilidades de inversión que proporcionan.

Estos advisors, aunque pueden diseñarse para muchos sectores económicos – sus posibilidades son infinitas – se encuentran actualmente más enfocados en el sector bancario, especialmente en la banca de inversión. Los algoritmos con los que cuentan estos robots son capaces de realizar cálculos complejos que permitan seleccionar los productos financieros que más se adecúen al cliente y a su binomio rentabilidad-riesgo.

Dado que un gran número de clientes ya realiza sus operaciones financieras más cotidianas de manera online o a través de las aplicaciones móviles de su banco, se puede concluir que uno de los propósitos de los robo advisors es extender este modelo no presencial hacia la toma de decisiones de inversión.

El modelo robo-advisor es ideal para clientes con necesidades simples, o para cuentas pequeñas que se inician en la inversión. Entre este tipo de clientes se encuentran los no tradicionales, especialmente los más jóvenes con poca capacidad de inversión.

Dado que las relaciones personales siguen siendo fundamentales para muchos inversores, un robo advisor pretende ayudar en la toma de decisiones de inversión, complementando la tarea de los asesores financieros en lugar de sustituirlos.

Por otro lado, aunque los asesores financieros puedan seguir manteniendo un papel esencial en la gestión patrimonial, los robo-advisor incorporan nuevas capacidades que las entidades necesitan adoptar e integrar a su modelo de negocio actual. Pueden permitir, en definitiva, nuevas vías de negocio. Algunas entidades bancarias podrán lanzar sus propios servicios de robo-advisory, mientras que otras podrán optar por la participación en plataformas independientes o la alianza con alguna solución ya existente en el mercado.