- El resultado vuelve a la normalidad precrisis y el ROE se eleva al 7%
- Sigue la reducción de los gastos de explotación y coloca la ratio de eficiencia en el 47%
- La morosidad se sitúa en un mínimo del 3,7%, con una cobertura del 71,9%
- La ratio CET1 fully loaded aumenta en 83 puntos básicos, hasta el 12,5%
CUENTA DE RESULTADOS CONSOLIDADA
Los bancos españoles han obtenido un resultado atribuido de 7.190 millones de euros en el primer semestre de 2021, frente a las pérdidas de 11.531 millones del mismo periodo del año anterior debido a las provisiones y saneamientos realizados en 2020 para anticiparse a los posibles efectos de la crisis derivada de la pandemia.
El margen bruto, magnitud que representa la totalidad de los ingresos obtenidos, se ha reducido un 3,1% en tasa interanual, debido fundamentalmente a la disminución del margen de intereses, frente a la ligera mejora de los ingresos netos por comisiones y de los resultados por operaciones financieras netos de diferencias de cambio.
Los menores gastos de explotación, que se han contraído un 6% en este periodo, han permitido compensar íntegramente la reducción del margen bruto, situando la ratio de eficiencia en el 47,4%, lo que supone una mejora de más de un punto porcentual respecto a la de junio de 2020.
El nivel de dotaciones y provisiones realizadas, 9.062 millones de euros en el semestre, ha retornado a niveles previos a la crisis, con un descenso del 36%, lo que significa 5.098 millones de euros menos que las provisiones extraordinarias realizadas durante el mismo periodo del ejercicio anterior.
Los menores gastos por impuestos y, en especial, la ausencia de saneamientos de la elevada cuantía de los realizados en 2020 han situado el resultado consolidado del ejercicio en 8.440 millones de euros y la rentabilidad sobre fondos propios (ROE) ligeramente por encima del 7%, lo que supone la ratio más elevada de los últimos diez trimestres.
BALANCE CONSOLIDADO
El balance consolidado se elevó a 2,7 billones de euros a 30 de junio y es un 2,6% menor que el de un año antes, debido, en parte, al efecto perímetro, tras la venta de una filial de un grupo bancario, y a la disminución de la actividad de negociación con derivados.
El crédito otorgado a la clientela, cuyo volumen agregado se ha visto afectado por dicho efecto perímetro, disminuyó un 2,7% y presenta una ratio de morosidad del 3,7%, tres puntos básicos inferior a la de un año antes, y un nivel de cobertura del 71,9% de los activos dudosos, frente al 72,9% de junio de 2020.
Los depósitos de la clientela experimentaron un ligero incremento del 0,3% anual, a pesar de la reducción del perímetro de consolidación, y han situado la ratio de préstamos sobre depósitos en el 102%, cuatro puntos porcentuales menos que un año antes.
En términos agregados, la suma de los saldos con bancos centrales y entidades de crédito continúa presentando una posición neta prestamista por más de 64.000 millones de euros. En cuanto al resto de epígrafes del balance, junto a la disminución de la actividad de negociación con derivados de más de 50.000 millones, se ha reducido tanto la tenencia de títulos de renta fija en las carteras de las entidades en un 3,4% anual, como el saldo de los instrumentos de esta naturaleza emitidos por los bancos en un 7,3%.
Los fondos propios se incrementaron un 4,5% en el año y representan el 7,7% del total activos, 50 puntos básicos más que en junio de 2020.
La ratio de capital de máxima calidad (CET1) se situó en el 12,5%, 83 puntos básicos por encima de la registrada hace un año.