- Los mayores saneamientos y provisiones condicionan el resultado
- Los créditos y depósitos de la clientela aumentan más de un 4%
- La morosidad se reduce hasta el 3,7%, con una cobertura del 68%
- La ratio CET1 fully loaded crece 4 puntos básicos, hasta el 11,7%
CUENTA DE RESULTADOS CONSOLIDADA
Los bancos españoles obtuvieron un beneficio atribuido de 11.904 millones de euros en 2019, lo que supone un descenso del 18,3% respecto al año anterior, debido fundamentalmente a las mayores provisiones y a los saneamientos de activos intangibles por importe de 4.000 millones de euros.
El margen de intereses, que refleja la actividad típicamente bancaria, mantuvo su senda de crecimiento en este periodo, con un ascenso interanual del 2,6% que le permitió superar el umbral de los 60.000 millones de euros al término del ejercicio.
El aumento de los ingresos netos por comisiones del 2,5% y los mejores resultados por diferencias de cambio compensaron los menores resultados de operaciones financieras, lo que situó el margen bruto en 84.300 millones, con un incremento del 1,8% respecto al año precedente.
El resultado de explotación se vio condicionado por las mayores provisiones realizadas debido a costes de reestructuración, a pesar del buen comportamiento que registraron tanto los gastos de explotación, que apenas aumentaron un 1,2% anual, como las dotaciones para cubrir el deterioro de activos financieros.
La evolución de los gastos de explotación permitió situar la ratio de eficiencia en el 49,3%, lo que significa una mejora de 30 puntos básicos respecto a la correspondiente a 2018 y la consolida entre las mejores del conjunto de sistemas bancarios de la Unión Europea, donde la media es del 65,8%.
Los menores resultados obtenidos por la venta de activos no corrientes y, en especial, el fuerte saneamiento de activos intangibles, supusieron una merma respecto a 2018 de casi 3.500 millones, que solo se vieron compensados parcialmente por 1.400 millones de beneficios de la venta de activos no financieros y participadas.
El resultado atribuido de 11.904 millones de euros obtenido en el conjunto del ejercicio 2019 sitúa la rentabilidad sobre fondos propios (ROE) de los bancos españoles en el 5,8%, frente a la ratio del 7,2% correspondiente al ejercicio anterior.
BALANCE CONSOLIDADO
El balance consolidado se situó en 2,63 billones de euros a 31 de diciembre de 2019, lo que significa un incremento del 3,7% durante el conjunto del ejercicio, por importe de 94.000 millones de euros.
El crédito otorgado a la clientela aumentó en 75.000 millones, un 4,9% anual, hasta casi 1,6 billones de euros. La morosidad se situó en el 3,7% de los activos dudosos, frente al 4,1% de un año antes, con una cobertura del 68%, lo que supone un punto porcentual más que a diciembre de 2018.
Los depósitos de la clientela, con una tasa de crecimiento también por encima del 4% anual, se incrementaron en 61.000 millones de euros en el ejercicio, y la ratio de créditos sobre depósitos del 109% se mantuvo en niveles similares a los de un año antes.
La financiación tomada de bancos centrales y entidades de crédito, neta de los fondos prestados, ascendía a final de 2019 a 6.000 millones de euros, cifra que representa apenas el 0,2% del balance, casi la mitad que al cierre del año anterior.
Del resto de epígrafes del balance destacó el aumento del 6,3% de los valores representativos de deuda emitidos, con un saldo de 367.000 millones a diciembre de 2019, de forma que la financiación con títulos de esta naturaleza alcanzó el 13,9% del total de activos.
El patrimonio evolucionó en 2019 al mismo ritmo del 3,7% anual que el conjunto del balance y, al igual que el año precedente, representó el 7,4% del total. La ratio de solvencia, expresada en términos de CET1 en carga plena (fully loaded), se sitúo en diciembre en el 11,7%, frente al 11,3% de un año antes.