Miguel Martín prevé que la resolución de la crisis traerá cambios significativos en la regulación, supervisión y modelo de negocio del sistema financiero internacional.
Califica de buenos y recurrentes los resultados de los bancos españoles obtenidos en medio del colapso financiero.
El beneficio de los grupos bancarios españoles descendió un 12% en el pasado ejercicio.
"Las reglas del juego han funcionado con gran eficacia en España deben presevarse y mantenerse".
El presidente de la Asociación Española de Banca, Miguel Martín, afirmó hoy que los bancos españoles lograron obtener beneficios buenos y recurrentes en 2008 en medio del colapso financiero internacional, si bien ahora les corresponde asumir el reto de prepararse para operar, sin perder ninguna de sus ventajas competitivas, en un nuevo mapa bancario internacional, cuyas bases han comenzado a sentarse ya.
“Las Autoridades internacionales están gestando los fundamentos de un nuevo sistema financiero para sustituir el modelo que ha ocasionado la generación de la crisis actual. Nada va a ser igual después de la crisis y nuestras entidades deben ser conscientes de ello porque el mercado español deberá adaptarse al nuevo marco regulatorio que se avecina”, dijo Miguel Martín durante la presentación de los resultados de los bancos españoles correspondientes al pasado ejercicio.
En 2008 los grupos bancarios que operan en España lograron unos resultados atribuidos de 16.603 millones de euros, un 12% menos que los registrados en el ejercicio anterior, después de destinar a insolvencias y dotaciones 15.726 millones de euros, más del doble que un año antes. A pesar de este descenso, el presidente de la AEB calificó los resultados de “buenos y recurrentes” puesto que se han obtenido “en el año del colapso del sistema financiero internacional”. “Nuestros bancos han logrado capear el temporal y sobrevivir a la tormenta mientras que muchos de sus rivales no han podido hacerlo“.
Para el ejercicio en curso, el presidente de la AEB señaló que el principal objetivo de los bancos españoles debe consistir en adoptar aquellas estrategias que les permitan prepararse para competir en un escenario radicalmente diferente. ”En estos días los Gobiernos y los Organismos internacionales están fraguando las bases del sistema financiero internacional del siglo XXI que transformará de raíz el marco en el que tendrán que desenvolverse todas las entidades”.
El presidente de la AEB explicó que la resolución de la crisis va a implicar un cambio profundo en el sistema financiero. En su opinión, no sólo va a cambiar el modelo de negocio bancario, sino que se transformará la industria de servicios financieros; aparecerán mercados de securitización distintos a los actuales; se reforzarán las exigencias de capital e irrumpirán formas novedosas de competir y de gestionar el riesgo. Todo ello se organizará en torno a un nuevo marco regulatorio y nuevas serán también las instituciones supervisoras y reguladoras que aparecerán en el futuro.
A este respecto, Miguel Martín precisó que “nada de esto es ajeno a la economía española ni a nuestros bancos que tendrán que adaptarse con rapidez y acierto a las nuevas condiciones de la actividad financiera, al tiempo que conservan las ventajas competitivas que hasta ahora les han hecho desmarcarse con éxito de sus rivales nacionales e internacionales”.
“Ese es el objetivo en el que nuestras entidades tienen que concentrar todos sus esfuerzos si quieren salir reforzadas de la crisis financiera y económica. Para ello tendrán que potenciar aún más su solidez y competitividad, y eso sólo pueden hacerlo con estrategias que tengan en cuenta el nuevo marco de actividad y les permitan aprovechar las oportunidades que se presenten en su camino, así como con una excelente gestión de los riesgos, los recursos, los costes, y los niveles de capital y liquidez. Los bancos españoles son conscientes de ello y han comenzado a hacerlo ya”, señaló.
Para esta tarea los bancos españoles parten con ventaja, según comentó Miguel Martín, pues cuentan en su haber con un modelo de negocio viable, de banca comercial enfocada al cliente con recurrencia de ingresos y bajo perfil de riesgos; con importantes excedentes de capital sobre requerimientos mínimos y con una actividad crediticia que se financia en un 80% con depósitos de clientes.
No ocultó, sin embargo, que las entidades españolas afrontan retos tales como la continuación del cierre de los mercados financieros mayoristas que dificultan una adecuada estructura de financiación, una caída de los ingresos por la menor actividad económica, el incremento de la morosidad y el profundo ajuste del mercado inmobiliario en curso.
Ante el conjunto de estos retos que se suman al inminente cambio de la escena internacional, el presidente de la AEB hizo hincapié en que “el sector bancario tiene que salir de la crisis más fuerte y competitivo para que la economía española pueda salir de su profunda recesión”.
En este contexto, el presidente de la AEB consideró de importancia vital que, en el caso de que sean necesarias eventuales actuaciones sobre entidades españolas, se eviten los efectos secundarios indeseables sobre el marco de competencia que se están observando en Europa. “Las reglas del juego que han funcionado con gran eficacia en España deben preservarse y mantenerse”, afirmó para, a reglón seguido, reclamar “transparencia e igualdad competitiva dentro y fuera de nuestras fronteras”.
En esas condiciones, Miguel Martín se mostró convencido de que “los bancos españoles van a saber hacer frente a su responsabilidad de gestionar la recesión de la economía española, en la parte que les concierne, es decir, la concesión de crédito”. Y reiteró “el compromiso firme y tajante que tienen nuestros bancos, con la sociedad española para salir de la crisis y superar la profunda recesión de la economía española”.