• El Instituto Español de Banca y Finanzas ha celebrado una nueva sesión bajo el título “Euro Digital: de los propósitos a la realidad”

• Los expertos han coincidido en la importancia de minimizar los riesgos para la estabilidad financiera y de explicar bien las posibles ventajas de su utilización para los ciudadanos

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El Instituto Español de Banca y Finanzas ha celebrado una sesión del ‘Banking Lab’, bajo el título “Euro Digital: de los propósitos a la realidad”, que ha sido moderada por la directora general de la Asociación Española de la Banca (AEB), María Abascal, y ha contado con la participación de Carlos Cuerpo, secretario general del Tesoro y Financiación Internacional; Juan Ayuso, director general de Operaciones, Mercados y Sistemas de Pago del Banco de España; María Ruiz Andújar, responsable de Estrategia y Desarrollo Empresarial de Tarjetas Globales y Soluciones Digitales de Banco Santander; y de Santiago Fernández de Lis, responsable de Regulación de BBVA.

Los ponentes han coincidido en que los principales retos del euro digital serán la privacidad, la fiabilidad, la usabilidad, el apalancamiento en las infraestructuras de pagos ya existentes, el valor añadido para la ciudadanía, así como una correcta explicación de las ventajas que ofrece. Los ponentes han resaltado que el Euro digital viene a complementar al efectivo, no a sustituirlo. “El Euro digital es la adaptación del efectivo a los nuevos tiempos”, en palabras de Juan Ayuso. Carlos Cuerpo, por su parte, afirmó que el diseño del Euro digital “no puede poner en riesgo la estabilidad financiera”, coincidiendo con el resto de los ponentes.

El secretario general del Tesoro y Financiación Internacional ha resumido las tres ideas clave en la propuesta presentada por la Comisión Europea: “Universalidad frente a proporcionalidad en cuanto al uso del euro”, “flexibilidad o usabilidad pero garantizando la estabilidad financiera”, así como “privacidad, que es una de las características más apreciadas del dinero en efectivo”.

Preguntado por los posibles plazos de implementación, el director general de Operaciones, Mercados y Sistemas de Pago del Banco de España ha indicado que la decisión de emitir un euro digital “no está tomada y no se va a tomar ni en el corto ni en el medio plazo”. Juan Ayuso ha afirmado que el proyecto se encuentra en la primera fase de investigación, iniciada en octubre del año 2021, y que finalizará previsiblemente en octubre de este año. Luego, si el Consejo del BCE lo aprueba se pasaría a la fase de “preparación”. Hay que tener en cuenta que proyectos de magnitudes similares han tenido un periodo de implantación de entre 5 y 6 años. “Ahora mismo, estamos decidiendo las opciones que tienen que estar encima de la mesa para el momento en que haya que tomar decisiones”, ha subrayado. También ha remarcado que “el euro digital se está diseñando como un medio de pago, no como un medio de ahorro o depósito de valor”

En este sentido, Santiago Fernández de Lis ha recordado la importancia de “realizar un buen diseño del proyecto de euro digital, de evitar un desplazamiento estructural de los depósitos y de posibles dudas sobre algunos segmentos del sistema financiero”. En su opinión, esta última idea “tiene que ver con la necesidad de poner límites y de asegurar que el euro digital es un medio de pago y no un depósito de valor”. El responsable de Regulación de BBVA ha remarcado que el euro digital “debería tener un propósito claro, ofrecer beneficios tangibles y responder a una necesidad del mercado”, además de “minimizar los riesgos para la estabilidad financiera”.

María Ruiz Andújar, responsable de Estrategia y Desarrollo Empresarial de Tarjetas Globales y Soluciones Digitales de Banco Santander, ha apostado por “centrarnos en aquellos casos de uso que aportan valor al usuario y que no están cubiertos en la actualidad”, especialmente en pagos transfronterizos, así como “apalancarnos en las infraestructuras ya existentes”.

Finalmente, los participantes en el ‘Banking Lab’ han coincidido en la necesidad de elaborar una narrativa adecuada para los ciudadanos. “Tenemos que ser capaces de trasladar bien las ventajas, así como el valor añadido del euro digital frente a las opciones ya existentes”, ha afirmado Carlos Cuerpo. “La interacción con el usuario es muy relevante”, ha manifestado María Ruiz Andújar, que ha abogado por hacer un esfuerzo desde las entidades bancarias.

La sesión ha contado con la participación del director general de Bizum, Ángel Nigorra, quien ha destacado como retos fundamentales “la heterogeneidad de los diferentes países europeos”; la explicación a los usuarios, para que “entiendan cómo conviven el euro digital y otros medios de pago”; así como el aprovechamiento de las infraestructuras de pagos ya existentes, con el objetivo garantizar una mayor eficiencia.

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