CUENTA DE RESULTADOS CONSOLIDADA
Los bancos españoles obtuvieron un beneficio atribuido de 11.199 millones de euros en los nueve primeros meses de 2018, lo que significa un incremento del 11% respecto al mismo periodo del año anterior.
Las menores necesidades de provisiones y los mejores resultados en ventas de activos no corrientes, entre los que figuran los inmuebles adjudicados, explican la mayor parte de la evolución del resultado, que también refleja una ligera disminución de los gastos de explotación en línea con la reducción del balance.
El margen bruto disminuyó un 3,4% hasta septiembre, debido, fundamentalmente, al comportamiento negativo de las diferencias de cambio y a la reducción de otros resultados de explotación. Los gastos se redujeron un 1,2% durante los últimos doce meses y la ratio de eficiencia se estableció medio punto por debajo del 50%.
La fuerte disminución de las necesidades de dotaciones y provisiones para insolvencias en 2.300 millones de euros, un 15%, así como las menores necesidades de saneamientos de otros activos y los mejores resultados obtenidos en ventas de activos no corrientes, elevaron en un 7,5% anual el beneficio antes de impuestos.
Tras reflejar el gasto por impuestos, que se incrementó un 12,5% en los nueve primeros meses del año, el resultado consolidado se elevó a 13.133 millones de euros, lo que supone un aumento del 5,6% y una rentabilidad sobre activos (ROA) del 0,69%, frente a la ratio del 0,64% registrada un año antes.
El beneficio atribuido refleja reducción del resultado correspondiente a los intereses minoritarios del 17,7% en este periodo y representa una rentabilidad sobre fondos propios (ROE) del 7,4%, medio punto porcentual por encima de la obtenida en septiembre de 2017.
BALANCE CONSOLIDADO
El agregado de los balances consolidados de los grupos bancarios españoles se situó en 2,5 billones de euros a 30 de septiembre de 2018, lo que supone una reducción de 32.604 millones de euros, un 1,3% en tasa interanual.
Los valores de renta fija experimentaron la variación más significativa del balance, con una reducción del saldo de 20.000 millones de euros, un 5% anual, en el conjunto de carteras mantenidas en el activo. Por el contrario, el saldo de los títulos emitidos distintos de acciones creció en más de 11.000 millones de euros, más de un 3% anual.
Los saldos de créditos y depósitos de la clientela se mantuvieron en niveles similares a los del ejercicio precedente, tras ligeras reducciones del orden del 0,5% anual, de forma que la ratio de créditos sobre depósitos (loan to deposits ratio; LtD) permaneció en el 108%.
Tras un intenso proceso de reducción de activos dudosos, la morosidad bajó hasta el 4,3% en septiembre, frente al 4,7% de un año antes, con una cobertura superior al 67% de los saldos contabilizados en dudosos, lo que significa más de dos puntos porcentuales que en septiembre de 2017.
En línea con la tendencia experimentada durante los últimos ejercicios, la financiación mayorista tomada de bancos centrales y entidades de crédito se redujo hasta los 27.000 millones de euros, un 40% menos que hace un año, lo que representa apenas el 1,1% del total del balance.
Los fondos propios superaron los 200.000 millones de euros y suponen ya más del 8% del total balance, con un crecimiento interanual del 3%. Por su parte, la ratio de solvencia se situó en el 11,17% medida en términos de CET1 fully loaded, 10 puntos básicos por encima de la obtenida doce meses atrás.
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