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Portavoz

EL ECONOMISTA

Educación financiera: una tarea de todos

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La educación financiera debería comenzar en el colegio, desde primaria, y en casa, y continuar en la universidad. Los centros educativos y la familia son claves para alcanzar las metas que todos perseguimos

Los últimos datos sobre el nivel de educación financiera en la sociedad española no son positivos. El nivel es bajo, sin que se haya visto una cierta mejora en los últimos años pese al esfuerzo realizado. Un esfuerzo conjunto encabezado por el Banco de España y la CNMV dentro del Plan de Educación Financiera y donde el sector financiero tiene un papel crucial.

Pero estos resultados no deben llevarnos al desaliento ante la relevancia del objetivo a alcanzar. No se trata de convertirnos en expertos financieros, sino de entender y aplicar de forma adecuada las finanzas a nuestro día a día y a lo largo de nuestra vida. El objetivo final es mejorar la cultura financiera. Una formación financiera apropiada nos llevará a tomar las mejores decisiones en cada momento y de esta forma preparar mejor el futuro. Una sociedad financieramente responsable es la suma de las decisiones responsables por parte de sus componentes.

Ahorrar significa más libertad para los jóvenes y más tranquilidad para los mayores. Es bueno para todos, puesto que mejorar la educación financiera no tiene edad. En la AEB lo tenemos claro, lo que nos ha llevado a desarrollar diferentes proyectos que abarcan a niños, jóvenes y mayores. Desde la formación en colegios por parte de voluntarios de nuestros bancos socios a través del programa “Tus finanzas, tu futuro”, hasta el nuevo proyecto “Sí, dígame” de formación a mayores que hemos lanzado hace unos días. También el curso “Tu dinero y tú” y el diccionario financiero “Me suena un poco”, en ambos casos a través de canales digitales con los jóvenes como público objetivo en el primer caso y al público general en el segundo.  Gracias a los 1.800 voluntarios de nuestros bancos socios los proyectos de educación financiera alcanzaron a 1,2 millones de beneficiarios en 2017.

Aprender a gestionar tu dinero va desde planificar los ingresos, a controlar los gastos y gestionar los inevitables imprevistos hasta consumir de forma responsable. Las iniciativas de educación financiera que la AEB y sus bancos socios imparten están elaboradas y revisadas por colaboradores pedagógicos que saben bien cómo explicar de forma efectiva y didáctica los conceptos que se pretenden trasladar en función de del colectivo al que se dirigen. No es lo mismo explicar la planificación del ahorro a un niño que a una persona próxima a la jubilación.

La educación financiera debería comenzar en el colegio desde primaria y en casa, y continuar en la universidad. Los centros educativos y la familia son claves para alcanzar los retos que todos perseguimos. En España los escolares no adquieren los conocimientos financieros básicos que van a necesitar para desenvolverse en el futuro, ni siquiera para el presente.  Los padres que deciden ayudar a sus hijos a aprender sobre finanzas básicas los preparan para gestionar mejor su futuro.  A lo largo de la vida atravesamos momentos clave en los que necesitamos entender conceptos financieros como cuando vamos a comprar una vivienda o montar una empresa. Los bancos queremos ayudar a nuestros clientes en esos momentos, aunque la decisión final siempre corresponda a cada individuo.

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