Tras el estallido de la crisis financiera, las autoridades internacionales acometieron una serie de cambios regulatorios y supervisores que han endurecido considerablemente el régimen legal aplicado a los bancos y en particular los recursos propios exigidos.
Este nuevo marco legal está propiciando el desplazamiento de los riesgos hacia los sectores con una regulación más laxa, tanto en el ámbito de solvencia como en el de las normas de conducta y de protección al consumidor e inversor. Este conjunto de actividades bancarias, que escapan a la regulación bancaria, es lo que se ha venido a llamar banca en la sombra.
José María Roldán, presidente de la Asociación Española de Banca