Las autoridades y organismos internacionales, con el decidido ánimo de evitar la repetición de la actual crisis financiera, están debatiendo propuestas de nueva regulación y de mejores sistemas de coordinación internacional.
Entre la batería de nuevos proyectos regulatorios para dotar de mayor estabilidad al sistema financiero internacional han surgido propuestas para establecer mayores requerimientos de capital en función del tamaño de los bancos.
El temor es que algunas entidades puedan ser demasiado grandes para dejarlas caer, de modo que las autoridades no tengan más remedio que rescatar las para evitar las adversas consecuencias que tendría su caída en el conjunto del sistema.