Los Gobiernos del mundo están acometiendo una ambiciosa reforma de la regulación financiera internacional.
Comprende la ampliación del perímetro de la regulación y supervisión financiera (se incluirán agencias de rating y hedge funds), la revisión de los requerimientos de capital, la implantación de otros sobre liquidez, la modificación de la normativa contable (para reducir sus efectos procíclicos) y la introducción de una mayor transparencia los procesos de fijación de precios y en los mercados de instrumentos derivados y productos OT.