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Notas de prensa

Septiembre 2007. Buenos resultados y fortaleza del sector bancario

Los resultados de la banca española en los nueve primeros meses de 2007 presentan un fuerte y sostenido crecimiento sobre 2006, un año muy bueno, fundamentado en los ingresos del negocio recurrente.

La fortaleza y sanidad del balance y la gran calidad de los resultados es una base firme que permite mirar al futuro con confianza.

El modelo de negocio de la banca española es un modelo diferenciado, sólido y rentable de banca comercial minorista enfocado al cliente, gestionado con prudencia y bien provisionado.

Este modelo de negocio proporciona a los bancos españoles una mayor recurrencia de sus ingresos, un menor perfil de riesgo en sus operaciones y una elevada eficiencia en la prestación de servicios financieros que hace que sus resultados sean más estables.

En los nueve primeros meses del ejercicio, los grupos consolidados obtuvieron un beneficio atribuido de 14.141 millones de Euros, lo que equivale a un crecimiento del 20,1% respecto al mismo periodo del ejercicio anterior.

Por su parte, el beneficio agregado de los bancos individuales se sitúa en 9.841 millones de Euros, con un incremento del 42%, lo que supone una rentabilidad, medida en términos de balance medio (ROA) del 1,1%, con una mejora de 22 puntos básicos respecto septiembre de 2006. En el consolidado, el ROA se sitúa en el 1,18%, con 7 puntos básicos más que hace un año. El ROE (rentabilidad sobre fondos propios) experimenta igualmente un buen crecimiento interanual.

La buena evolución de las cuentas de resultados de los bancos españoles, tanto en el agregado individual como en el agregado consolidado, en los nueve primeros meses de 2007, se puede apreciar en la mejora experimentada en todos los márgenes. El crecimiento de los resultados ha sido muy equilibrado en cuanto a la aportación de sus distintos componentes, soportado en la parte más recurrente de los ingresos y apoyado por unos gastos muy contenidos.

En el agregado de las cuentas individuales, las mejoras (a partes iguales, unos 1.300 M€ cada una) en el margen financiero, los dividendos cobrados y los restantes componentes del margen ordinario (resultados por operaciones financieras y comisiones netas, fundamentalmente) representan el núcleo básico del incremento interanual, en un periodo en que apenas se han registrado resultados extraordinarios y en el que ha continuado la moderación en el crecimiento de los gastos de explotación.

La recuperación del margen financiero, que en 2006 había reducido su aportación a los resultados del ejercicio en porcentaje sobre ATM, se ha traducido en estos nueve primeros meses de 2007 en la mejora de cinco puntos básicos respecto de diciembre 2006, situándose en el 1,07% de los ATM, mejoría alcanzada en un contexto de fuerte competencia y reducidos diferenciales característico de nuestro sistema financiero, en contraste con el de otros países de la Unión Europea

Los ingresos netos por comisiones crecen en la misma medida en que lo hacen los activos totales medios, en torno al 14% anual, siguiendo la tendencia observada a lo largo del ejercicio: mejoría en los ingresos por comercialización de servicios no bancarios y contención de las comisiones cobradas a clientes por servicios de medios de pago, consecuencia de la política de las entidades de reducción del precio de los servicios bancarios a su clientela minorista.

Los buenos resultados obtenidos por operaciones financieras, en especial con títulos disponibles para la venta, junto a la importancia de los dividendos cobrados de filiales permiten presentar una mejora sustancial del margen ordinario, que se sitúa por encima del 2,5% de los ATM y, en valores absolutos ex-dividendos del propio grupo, representa ya aproximadamente dos veces los costes de estructura.

Durante este ejercicio ha continuado el suave incremento en el número de empleados y oficinas; a pesar de ello, el moderado aumento de los gastos de explotación, apenas un 10% superiores a los del ejercicio anterior, ha permitido continuar ganando en eficiencia, con indicadores claramente por debajo de 40%, y en productividad, tanto por empleado como por oficina, lo que nos consolida como uno de los sistemas bancarios mas competitivos y eficientes de nuestro entorno.

Tras un ejercicio 2006, el primero íntegramente con normas internacionales, en el que se completó el proceso de transición a la nueva normativa contable, las necesidades de saneamientos y dotaciones han sido menores en los nueve primeros meses de 2007, aunque también han estado acompañadas por unos menores resultados en ventas de inversiones permanentes (Otras ganancias y pérdidas) y por una carga fiscal más reducida como consecuencia de la reforma en el tipo impositivo.

En términos de agregado de las cuentas de resultados de los grupos consolidados se repite este mismo esquema: favorable evolución de los resultados más recurrentes (margen de intermediación e ingresos netos por comisiones) que permiten compensar los mayores gastos de explotación y esfuerzo en saneamiento y dotaciones soportado por los negocios en el exterior, con incremento de todos los márgenes en porcentaje sobre activos totales medios.

A lo largo del ejercicio los bancos han seguido creciendo su inversión crediticia en España a buen ritmo del 19, 7 % y han continuado con el proceso, iniciado en ejercicios anteriores, de diversificación de la inversión crediticia, disminuyendo el ritmo de crecimiento del crédito ligado a la actividad inmobiliaria, coherentemente con el esperado ajuste ordenado y gradual del sector de la construcción, reorientando el crecimiento hacia la actividad crediticia con empresas y la financiación del consumo.

El índice de morosidad, aunque con deslizamiento al alza, sigue situándose en cotas mínimas históricas y está fuertemente provisionado.

Los índices de morosidad y cobertura actuales indica que el crecimiento diversificado del crédito ha sido sano y prudentemente provisionado, situando a los bancos españoles en una posición comparativa muy favorable con respecto a otros países.

Por otra parte, la política seguida durante los últimos años por los bancos españoles de equilibrio financiero y de diversificación de las fuentes de financiación ha permitido reducir significativamente la apelación a los mercados interbancarios, mantener un porcentaje del crédito financiado con depósitos de la clientela por encima del 80%, de los más elevados entre países de nuestros entorno, e incrementar la captación de recursos vía titulizaciones y emisiones de valores con elevada calificación crediticia.

En cuanto a la diversificación geográfica, línea estratégica por excelencia de algunos bancos españoles, se puede decir que las filiales representan un 30% de los activos totales medios del balance consolidado agregado y contribuyen con un 34 % al resultado consolidado.

A pesar del fuerte crecimiento de actividad, la banca española mantiene la fortaleza de su balance tanto por el alto nivel de recursos propios de que dispone como por la reducida morosidad de sus inversiones y el elevado grado de cobertura de las mismas.

En nivel de solvencia continúa siendo elevado, con una ratio BIS del 11,8%, lo que representa un excedente de recursos propios computables del 47% sobre los mínimos necesarios.

En suma, la elevada solvencia y los buenos resultados, la calidad de las inversiones, prudentemente gestionadas y bien provisionadas, el equilibrio financiero y la diversificación de mercados y de fuentes de financiación están aportando fortaleza al balance y permiten a los bancos españoles encarar con confianza el futuro en un entorno económico global más incierto.

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