Buscar

Notas de prensa

RESULTADOS PRIMER TRIMESTRE 2008

Buenos resultados en un entorno más difícil

En el primer trimestre del 2008, los grupos bancarios españoles obtuvieron un beneficio atribuido de 5.153 millones de euros, lo que equivale a un crecimiento del 10% respecto al mismo periodo del año anterior.

El beneficio agregado después de impuesto de los bancos individuales registró un incremento del 13,6% hasta situarse en 3.359 millones de euros.

Los beneficios de los bancos españoles en este periodo pueden considerarse de una gran calidad, puesto que proceden de la actividad ordinaria y permiten sostener una elevada rentabilidad, a pesar de las dificultades crecientes que presenta el entorno económico y financiero.

Además, los resultados obtenidos por los bancos españoles en los tres primeros meses del año contrastan con las cuantiosas pérdidas contabilizadas por numerosos grupos bancarios internacionales, cuyas arriesgadas estrategias de inversión en hipotecas subprime y productos estructurados han sumido al sistema financiero internacional en una compleja crisis desde agosto pasado.

Las prácticas vinculadas al abuso del modelo de “originar para distribuir” han creado un sistema bancario en la sombra, que se ha financiado a corto plazo y ha prosperado al margen de toda supervisión eludiendo las mínimas exigencias de capital regulatorio. Lejos de esta forma de operar, los bancos españoles han desarrollado su actividad de forma transparente y han cumplido con los requerimientos de capital preceptivos. Y ello gracias a que disponen de un modelo de negocio sólido, diferenciado y rentable de banca minorista, enfocado al cliente, que le proporciona recurrencia en los ingresos y un menor perfil de riesgo relativo en sus operaciones.

La calidad de los resultados de los bancos españoles puede apreciarse en el avance que registran en el primer trimestre todos los márgenes de negocio, como consecuencia tanto del aumento de los ingresos como de la contención de costes. Así, el margen ordinario –la parte más recurrente de la cuenta de resultados– muestra un crecimiento del 14% en las cuentas consolidadas y del 15% en las individuales.

El crecimiento del margen ordinario se consigue a pesar de que los ingresos netos por comisiones se han reducido un 7,5% (en cuentas individuales), como consecuencia, principalmente, de la menor actividad de los clientes con valores ante la adversa evolución de los mercados de capitales.

Los gastos de explotación siguen evolucionando favorablemente, tras registrar incrementos inferiores a los obtenidos por los activos gestionados, lo que provoca una nueva mejora del indicador de eficiencia. Éste se sitúa ya por debajo del 38%, tanto en términos consolidados como individuales, pese a que las entidades han aumentado el número de empleados y de oficinas en España.

La mejora del margen ordinario y la contención de costes dan como resultado un margen de explotación que avanza 5 puntos básicos sobre ATM en cuentas individuales y supera el 2% en las consolidadas.

La fortaleza del balance sigue siendo elevada, como muestran unos estables indicadores de solvencia y unos recursos propios computables que superan en más de un 40% los mínimos exigidos.

El mayor crecimiento relativo de los fondos propios ha provocado una ligera reducción de la rentabilidad de estos recursos, de modo que el ROE se sitúa en un 20% a nivel consolidado y en un 15,4% en el individual. En términos de ROA, la rentabilidad es del 1,21% y del 1,02%, respectivamente, tasas similares a las del primer trimestre del 2007.

La desaceleración del crecimiento de la actividad económica, tanto en España como en los principales países desarrollados, se ha reflejado en menores incrementos de los balances de las entidades y en una clara ralentización de las variaciones intertrimestrales de los márgenes.

Esta evolución de la actividad económica se ha dejado notar, tal y como se esperaba, en un repunte de la morosidad. Los activos dudosos representan casi un 1% del crédito a otros sectores residentes: 0,97% en balances individuales y 1,20% en consolidados. Estas tasas se encuentran todavía muy cercanas a los mínimos históricos registrados en los últimos años y, en cualquier caso, son muy inferiores a las de otros países de nuestro entorno.

El aumento de la morosidad ha provocado el lógico descenso de la tasa de cobertura de las insolvencias, aunque con un 197% a finales de marzo todavía representa casi dos veces el saldo de los activos dudosos y se compara muy favorablemente con otros sistemas financieros. El esfuerzo en la cuenta de resultados por la dotación de las coberturas de insolvencias se mantiene, en este primer trimestre, en la media de los dos últimos años (un 0,23% sobre ATM en tasa anualizada).

Por otra parte, conviene destacar la equilibrada posición financiera de los bancos españoles con una apelación moderada a la financiación proporcionada por los bancos centrales y entidades de crédito que, en saldos netos a 31 de marzo, apenas financiaban el 2,5% del crédito a la clientela, según el agregado de los balances individuales. El crédito y los recursos de clientes han registrado un crecimiento inferior al de trimestres anteriores, si bien se mantienen en niveles razonables, en especial si se tiene en cuenta las dificultades de los mercados financieros y la situación económica global.

Por último, cabe señalar que el restablecimiento de la confianza de los inversores y el retorno a la normalidad de los mercados de capitales son condiciones indispensables para que la banca española pueda seguir atendiendo eficazmente las necesidades de financiación de la economía española. Las medidas propuestas desde el Foro de Estabilidad Financiera y otros organismos internacionales contribuirán a esta deseada normalización de los mercados y permitirán a los inversores discriminar entre aquellas entidades que, como los bancos españoles, están demostrando una mayor solidez patrimonial y recurrencia de sus resultados.

Descargar nota de prensa