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Cinco Días.

Llega la revolución del ‘big data’… con b de banco

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El sector debe seguir innovando, abrazar el cambio digital y mejorar la experiencia del cliente.

Tenemos el privilegio de asistir a una nueva revolución económica que va a transformar, de manera notable, nuestras vidas y la manera de generar valor en los procesos productivos. El origen de esta revolución está en el desarrollo de la llamada economía de los datos (data economy). Los datos, esa nueva commodity que, como en el pasado fue el petróleo, es objeto de deseo de muchas empresas, son hoy en día la moneda con la que pagamos servicios que ingenuamente creemos que son gratuitos, tales como las búsquedas en Google, las noticias en Facebook o las ágiles entregas de Amazon. Generamos datos continuamente, no importa si vamos conduciendo, corriendo o estamos sentados viendo la televisión. Pero, además, también los generan los objetos que nos rodean. Un coche de conducción automática generará a futuro entre 2 petabites y 100 gigabites por segundo. Sí, muchísimo. En el mundo del internet de las cosas, los edificios, los electrodomésticos, los móviles e infinidad de equipos tecnológicos conectados generan datos sobre nuestro comportamiento, preferencias y necesidades potenciales de manera continua.

Muchos se preguntarán si esto realmente es una gran novedad, pues ya sabíamos de la abundancia de datos e información. Pero sí lo es, porque hasta hace poco la información disponible apenas se había tratado para extraer valor y conocimiento. La nueva ola tecnológica de big data está cambiando esto. Lo que caracteriza al nuevo entorno son las conocidas como cuatro uves: volumen, velocidad, variedad y valor. Hablamos de tecnologías o herramientas capaces de manejar enormes volúmenes de datos, de diferente fuente y naturaleza, a elevada velocidad, para ex- traer de ellos el máximo valor posible. Todo ello a fin de adaptar mejor el producto o servicio a la experiencia que los clientes tienen con él. Este tipo de procesos, no estaba al alcance de las tecnologías de explotación de datos tradicionales. Hasta la fecha, los datos estaban ahí, pero no se aprovechaban en todo su potencial.

Lejos de lo que algunos puedan pensar, el usuario digital va mucho más allá de los mileniales y el sector lo sabe

Los bancos españoles y las asociaciones que les re- presentamos participamos de esta nueva ola tecnológica con el entusiasmo propio de saber que abrazar la revolución digital abre un universo de posibilidades, muchas de ellas aún inexploradas y otras por definir.

El aprovechamiento de la big data ofrece cuatro palancas de cambio en el negocio bancario. En primer lugar, las nuevas tecnologías aplicadas al tratamiento de los datos permitirá conocer mejor las necesidades del cliente bancario y cómo es su experiencia cuando interacciona con las entidades financieras. Esto va a posibilitar que los bancos ofrezcan servicios más adaptados al cliente y a la manera en que este quiere recibirlos. Los productos bancarios en sí mismos evolucionarán, bien hacia productos estándar, para los que las entidades se diferenciarán unas de otras en la forma de interactuar con el cliente, bien hacia productos diseñados a la medida de las necesidades del cliente.

Leer artículo completo publicado por Rocío Sánchez Barrios, Responsable de public policy de la Asociación Española de Banca, en Cinco Días.