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LA VANGUARDIA

Ahorro y educación financiera

Ahorro madre e hija hucha

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El ahorro es un acto deliberado y planificado. Ahorramos cuando dejamos de gastar hoy para poder hacerlo en el futuro, bien porque tenemos un objetivo determinado de consumo o para estar preparados para afrontar un gasto imprevisto. Pero ahorrar es también rentabilizar nuestro dinero, por lo que el retorno obtenido es un factor importante a la hora de decidir.

En España la compra de vivienda es la principal decisión patrimonial de las familias, un comportamiento que va más allá de una pura decisión financiera. El resto, que podríamos denominar ‘ahorro financiero’, debe descansar en tres principios: disponibilidad, consistencia y rentabilidad.

La disponibilidad nos ofrece el margen de actuación en momentos de necesidad. La consistencia es fundamental a la hora de planificar el ahorro y de esta forma nos protege frente a decisiones no meditadas o impulsivas. Por lo que respecta a la rentabilidad, aunque no supone un objetivo en sí mismo a la hora de ahorrar, si condiciona dónde poner nuestro dinero entre todas las alternativas existentes. Y son muchas en España.

La educación financiera y en su caso un buen asesoramiento profesional ajustado a nuestro perfil de ahorrador nos puede ayudar a tomar la mejor decisión en cada momento. Los objetivos de ahorro de cada persona son tan propios como sus prioridades y su escala de valores.

Según el VIII Barómetro del Ahorro, estudio del Observatorio Inverco, el porcentaje de ahorradores con un perfil conservador a finales de 2023 subió nueve puntos porcentuales en dos años, recuperando niveles de 2019. El 87% de los ahorradores tiene contratado depósitos, por delante de planes de pensiones (54%) y fondos de inversión (40 %). La seguridad y confianza son los dos factores más valorados a la hora de ahorrar. La rentabilidad ocupa el cuarto puesto, por detrás de la transparencia.

José Luis Martínez Campuzano, portavoz de la Asociación Española de Banca

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