Asegura que los depósitos cambiarán cuando los bancos reduzcan su liquidez
La temperatura sobre la retribución de los depósitos ha ido subiendo a lo largo de la semana. El lunes lo reclamó la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, y después insistió en ello el número dos del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos. El tema volvió a ponerse de actualidad el viernes, cuando la presidenta de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), Cani Fernández, reclamó medios para investigar estas situaciones. La presidenta de la Asociación Española de Banca (AEB), Alejandra Kindelán, recuerda que no puede analizar cuestiones comerciales de sus asociados y se limita a señalar el exceso de liquidez en el sector como un factor determinante. Lo hace en vísperas de una reunión con el Ministerio de Economía en la que se analizará el plan de ayudas a las hipotecas y la extensión de oficinas a la España vacía.
La presidenta de la CNMC reveló el viernes que está «monitorizando» la falta de remuneración de los depósitos por parte de la banca española. ¿Sienten presión?
Desde la AEB, al ser asociación y estar sujetos a la Ley de Competencia, tenemos muchas limitaciones para hablar de cuestiones que tienen que ver con las prácticas comerciales de las entidades. No podemos entrar a detalles concretos sobre eso.
¿Y qué justifica, de modo general, que no se retribuyan esos depósitos?
Hoy tenemos un exceso de liquidez en el sistema. Veníamos de tipos de interés cero o negativos y de un esfuerzo de los ban-cos centrales para dar esa liquidez con préstamos a las entidades.
¿Se pueden esperar cambios a corto plazo?
Las condiciones están cambiando muy rápidamente por-que el principal objetivo de los bancos centrales es combatir la inflación con los tipos de interés. Veníamos de la situación contra-ria y eso ha pasado en muy poco tiempo. Los bancos españoles han devuelto ya 200.000 millones. En la medida en que se vaya drenan-do esa liquidez se irán cambian-do las condiciones y las entida-des irán tomando sus decisiones.
¿No ve, entonces, que haya un problema de competencia?
Hay competencia, no es un argumento que podamos usar para esto. Hay grandes entidades compitiendo con entidades regionales, hay depósitos y muchas alternativas de pasivo que se están ofreciendo. De hecho, España es hoy uno de los mercados más baratos de Europa. Por ejemplo, en el crédito a pymes estamos muy por debajo de la media europea, un punto de diferencia respecto a Alemania.
¿Entiende la frustración que pueden sentir los clientes cuando ven el impacto de los intereses en su hipoteca, pero no en el saldo de la cuenta corriente?
Es un cambio muy rápido para todos. La velocidad de subida de los tipos de interés nunca había sido tan drástica en tan poco tiempo. Y eso es disruptivo para todos, pero, insisto, en el traslado de los intereses al crédito, España ha ido por detrás. En el crédito hipotecario estamos con mejores condiciones que Alemania o Italia.
Esta semana se reúne con la vicepresidenta Calviño para analizar las ayudas a las hipotecas. ¿Se han aplicado poco porque el acceso es complicado o porque no ha hecho falta?
El código de buenas prácticas siempre dijimos que era preventivo. Cuando se firmó en noviembre no había problema de mora y ahora la economía tiene mejores perspectivas, con lo que es toda-vía más preventivo. Pero está ahí y se usará. Es bueno tenerlo preparado para las necesidades de los deudores y equilibrar, además, esa protección con la del merca-do inmobiliario que da acceso a la vivienda en España al 75 % de las familias.
El regulador está recomendando a los bancos que provisionen por si hay problemas con el crédito en otoño. ¿Ahí se complicará la mora?
La fuerte subida de tipos de interés encarece el crédito y eso afecta a la demanda, pero eso no significa que haya restricción. No hay un problema de oferta. La banca española está fuerte financieramente, tiene buenos datos de solvencia y de rentabilidad.
Otra de las cuestiones que analizarán con el Gobierno es la implantación de oficinas en cientos de localidades que no tenían n una sucursal. ¿En qué punto se encuentran?
Se están cumpliendo compromisos importantes con un gran esfuerzo de coordinación entre las entidades, las comunidades autónomas y el ministerio. La España rural es un reto de país y llegamos a contabilizar 243 municipios de más de 500 habitantes sin oficina bancaria. Pues hoy tenemos resueltas ya 140 de esas 243 localidades. Y la siguiente etapa es acordar la instalación de cajeros de marca blanca en otros municipios a través de licitaciones con ayuntamientos en las que estamos trabajando. Estamos muy orgullosos porque no son cuestiones fáciles.
Su relación con el Gobierno digamos que ha sido complicada. ¿En qué situación se encuentra?
Creo muchísimo en esa colaboración público-privada. La banca se plantea objetivos que son compartidos por el Gobierno y hemos trabajado juntos. Pero es verdad que, en ocasiones, ha habido un tono hacia nuestro sector que me parece que no es bue-no, ni justo, ni necesario.
Respecto al impuesto a la banca que tanto han criticado, el PP ha asegurado que no lo quitará si gana las elecciones…
Es un impuesto injusto, arbitrario y con efectos económicos. Con lo que se quita a los bancos, se podrían conceder 250.000 hipotecas. Lo tenemos tan claro que lo hemos recurrido. No nos gusta. Lo que querríamos es que se retire lo antes posible.
Entrevista de Lucas Irigoyen