- El resultado de los bancos españoles retorna a la normalidad precrisis, con un ROA del 0,55%, similar al alcanzado en 2019
- Los gastos de explotación se reducen un 10% y sitúan la ratio de eficiencia en el 46,4%, un punto porcentual mejor que un año antes
- Tras el esfuerzo en provisiones, la ratio de cobertura de los saldos dudosos se eleva al 74%
- La ratio de capital CET1 fully loaded se sitúa en el 11,9%, con un incremento de 50 puntos básicos respecto a marzo de 2020
CUENTA DE RESULTADOS CONSOLIDADA
Los bancos españoles obtuvieron un resultado atribuido de 3.170 millones de euros en el primer trimestre de 2021, frente a las pérdidas de 1.125 millones de euros correspondientes al mismo periodo del año anterior.
La disminución del margen bruto del 8% anual, hasta 19.277 millones, se debe, fundamentalmente, a los menores márgenes obtenidos por intereses y comisiones, solo parcialmente compensados por los mejores resultados, netos de diferencias de cambio, por operaciones financieras.
Los gastos de explotación se redujeron más de un 10% anual, con lo que la ratio de eficiencia mejora en más de un punto porcentual hasta situarse en el 46,4%, frente al 47,6% de un año antes.
Tras el significativo esfuerzo en provisiones y dotaciones realizado en 2020 para anticipar los posibles efectos adversos de la crisis en la calidad crediticia de sus carteras, los bancos españoles mantienen el esfuerzo en el primer trimestre de 2021, con un total de 4.800 millones de euros, importe equivalente al registrado trimestralmente en 2019, antes del inicio de la pandemia.
Los saneamientos extraordinarios acometidos adicionalmente en los primeros meses de 2020 provocaron pérdidas en la cuenta de resultados de 636 millones a 31 de marzo. Al cierre del primer trimestre de 2021, los resultados consolidados ascendieron a 3.762 millones de beneficios, lo que supone una rentabilidad sobre activos (ROA) del 0,55%, similar a la media trimestral del ejercicio 2019.
BALANCE CONSOLIDADO
El balance consolidado se elevó a 31 de marzo de 2021 a un total activos de 2,75 billones de euros, con un crecimiento del 2,3% respecto de la misma fecha del año anterior.
La evolución de las masas patrimoniales del balance durante los últimos doce meses se explica, fundamentalmente, por tres factores.
En primer lugar, la política monetaria de los bancos centrales explica el incremento en más de un 50% anual de los saldos, tantos activos como pasivos, mantenidos con dichas autoridades monetarias. En segundo lugar, la evolución de las masas patrimoniales se explica por la significativa reducción de la actividad de negociación, especialmente con derivados, cuyo valor contable se reduce en más de 50.000 millones de euros, tanto en el activo como en el pasivo.
Finalmente, la variación de las cifras de créditos y depósitos de la clientela se ve afectada por los acuerdos para la venta de una filial, con la consiguiente reclasificación de sus saldos al epígrafe de activos no corrientes. Descontado este efecto, se puede estimar un moderado crecimiento interanual del crédito, en lugar de la reducción del 3,6% que muestran las cifras de balance, y un incremento de los depósitos mayor que el 2,9% registrado.
La morosidad del crédito se situó en el 3,7%, un nivel similar al del ejercicio precedente, pero con una ratio de cobertura que, tras las provisiones realizadas el año anterior, es dos puntos porcentuales mayor y alcanza el 74%.
Como consecuencia de las pérdidas registradas en 2020, el patrimonio neto a 31 de marzo de 2021 es un 6% menor que doce meses antes, si bien su saldo continúa la senda de crecimiento iniciada en la segunda mitad del año anterior y muestra un incremento del 1% respecto a diciembre de 2020.
Por su parte, la ratio de capital de máxima calidad CET1 en carga plena (fully loaded) se situó en el 11,9% en marzo de 2021, frente al 11,4% de marzo del año anterior.